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ÁNGELES

Estos seres son un nexo entre la Divinidad y nosotros. Se les representa muchas veces con forma humana aladas, sin embargo no tienen esta apariencia, porque son seres de luz. Ellos nunca dejarán de cuidarnos, nos ayudan en la resolución de problemas y crecimiento personal. Según su tendencia podemos clasificarlos en acólitos, rebeldes o renegado. También se clasifican según jerarquía: 9 coros divididos en 3 grupos. Pese a esta escala, los ángeles no se consideran superiores el uno al otro, forman un gran círculo en donde el más alto se enlaza con el más bajo y, en el centro de este hay energía divina.

Tendencia de los Ángeles

Acólito: ángeles propiamente tales. Cumplen la norma y voluntad divina al pie de la letra, no suelen manifestarse a los hombres a menos que deban entregar o cumplir un mandato divino.
Rebelde: Siguen las leyes supremas a su conveniencia, a veces desobedecen la voluntad divina, sin embargo, nunca faltan a la ley ni van en contra de ellas. Se manifiesta a los hombres por mandato divino o por propia voluntad y son quienes instruyen o informan a los profetas.
Renegado: No obedecen la ley y voluntades divinas. Se manifiestan a los hombres con frecuencia para usarlos según sus fines, corrompiéndolos para ir en contra de las leyes, someter espíritus y alistar soldados para su servicio.



Jerarquía de los Ángeles

Primera Jerarquía: el Cielo del Paraíso o Cielo de Dios

Acá es donde entregamos nuestro ser al amor incondicional de Dios y sus ángeles. La creación ocurre sin esfuerzo, porque hay armonía entre la voluntad divina y la nuestra. Los ángeles nos muestra el camino hacia la curación y sendero evolutivo. En este plano, todos somos parte íntegra de la energía creadora, es acá donde se materializan los milagros y son los ángeles de este nivel quienes nos entregan los más altos dones de amor y sabiduría. Dentro de esta jerarquía o coro, tenemos:

Serafines o Primer Coro: Conocidos como los ángeles del milagro del amor, nos ayudan incondicionalmente para elevarnos espiritualmente y nos permiten conectarnos con la fuente creadora del universo. Nos ayudan a elevar nuestra consciencia, traen el milagro de instructores o maestros especiales, tanto como físicos o no físicos para guiarnos a la iluminación retornando a la divinidad y nunca dejan de alabar a Dios. Algunos serafines serían, por ejemplo, al Serafín de amor puro y elevado, quien representa al amor hacia la familia y humanidad, Serafín Sanador, encargado de inspirar soluciones eficaces ante una enfermedad y al Serafín Cantor, inspirador del arte y de buen augurio.

Querubines o Segundo Coro: Son portadores de sabiduría divina, cuidan los portales del paraíso y ofrecen fuerza a quienes están conectados con la palabra de Dios. Ellos nos entrega la conciencia del infinito, la apertura del conocimiento y nos asisten para temas afectivos. Entre sus representantes tenemos a Querubín Kerub –angel mediador dispuesto a dar buenos consejos, Querubín Karibú, con poder judicial, protección y buenos principios, y Querubín Longevo, quien es el protector del Árbol de la Vida, tiene mucha experiencia y conocimiento de la vida.

Tronos o Tercer Coro: Son los constructores del orden universal, son los encargados de materializar lo que tenemos en mente. Llevan el registro de las acciones de todos los tiempos o karma. Nos provee luz ante la soberbia, nos guía para conseguir paciencia, perseverancia y conseguir objetivos. Nos permiten recibir energía manejando el impulso vital y creador. Aquí nos encontramos con el Trono Masculino-Femenino (nos inspiran a no dejarnos llevar por las pasiones), Tronos Creativos – nos permite ser innovadores- y Tronos los Extranjeros, quien representa el poder de la mente y los cambios.

Segunda Jerarquía: el Cielo de la Creación

Estos ángeles nos proporcionan herramientas para tener buenas relaciones, para aceptar nuestras limitaciones, expandir nuestros horizontes y desarrollar fortalezas. Nos instruyen sobre nuestra integridad o sobre nuestra convivencia con otra gente.

Dominaciones o Cuarto Coro: Ángeles que se encuentran en el límite de lo finito y lo infinito. Nos entrega la cualidad de la misericordia y nos enseñan a perdonar. Muchas veces llevamos cargas del pasado, rencores que quedan, incluso, durante generaciones y esto nos estancan para seguir caminando. Estos seres poco a poco nos incitan hacia el perdón, alivian el sufrimiento para poder abandonar al pasado y vivir más plenamente el presente. En niveles físico, emocional y mental son sanadores y transmiten técnicas para esto. Protegen hospitales y lugares donde se hacen meditaciones. Algunos de estos ángeles son: Dominación Tahriel, quien inspira el liderazgo, Dominación Chasmal, que representa a una persona apasionada y Dominación Zadkiel quien es sensible, voluntarioso con sentimientos nobles.



Virtudes o Quinto Coro: Su función celestial es transformar nuestros pensamientos en materia, en otras palabras, lo que deseamos puede ser transformado en realidad material por la firme intención de crearlo ayudando, así, a concretar las aspiraciones humanas. Tienen la energía para concretar milagros y nos enseña lo importante de pensar positivo y nos entregan técnicas para el despertar interior.  A medida que el ser humano aprenda a trabajar con virtudes, habrá mayor infusión de energía espiritual disponible en nuestro planeta. Ejemplo de estos ángeles: Virtud Miguel (inspira nobleza, altruismo y buen corazón), Virtud Tarshish, quien custodió  a Cristo y representa la protección familiar o Virtud Bariel, el ángel que infunde coraje.





Potestades o Sexto Coro: Ángeles guerreros quienes cuidan el reino de Dios con libre albedrío y discernimiento. Nos ofrecen paz, armonía y serenidad. Protegen nuestras almas y, desde este coro, proviene nuestro ángel de la guarda. Ellos protegen la materia y luchan contra el plano astral más denso y se les invoca para librarse de entidades y pensamientos negativos. Ángeles del sexto coro tenemos a Potestad Camael, quien representa el equilibrio y reconciliación, Potestad Kemuel –el ángel mediador entre el bien y el mal- y Potestad Sensiner.


Tercera Jerarquía: el Cielo de la Forma

Son los más cercanos a los seres humanos ofreciéndonos asistencia personal y transpersonal. Entregan amor y protección a los hombres. Cada persona tiene asignado tres seres celestiales cuyo fin es ayudarnos a comprender la presencia divina entre nosotros.

Principado o Séptimo Coro: Protectores, ayudantes de naciones y ciudades. Tratan de guiar a los gobernantes para resolver problemas que atañen a multitudes en base a la verdad y justicia.  Cuidan, también, nuestro barrio, casa, animales, plantas y reino mineral. Dentro del principado existe nueve coros más específicos para humanos cuyas funciones son: desarmar energías del plano astral denso para aquietamiento premeditativo, conseguir tranquilidad en situaciones extremas, adquirir fuerza y resolver situaciones sin temor. Ángeles de este grupo son Principado Anael (representa liderazgo, poder y creación), Principado Hamiel (consejero espiritual, inspira inteligencia y sabiduría) y Principado Cervil, ángel quien ayudó a David contra Goliat, representa la amistad.

Arcángeles u Octavo Coro: Son mensajeros enviados por la divinidad a los hombres y protectores de la humanidad entregándonos su luz y fuerza para despertar nuestro poder interior y transformarnos en co-creadores del universo. Cuidan los cuatro puntos cardinales, los ciclos vitales, los elementos y co-creadores del universo. Como ejemplo de arcángeles tenemos a Gabriel, quien inspira resolver problemas con discreción, Ragüel –inspira a ayudar y aconsejar a los demás, da equilibrio y alta moral a la gente-, Amiel quien brinda confianza a los hombres ante lo nuevo y desconocido. Tenemos al Arcángel Rafael que representa la fuerza y brillo personal.

Ángeles Guardianes: Mientras los arcángeles cuidan a toda la humanidad, los ángeles de la guarda cuidan al individuo. Están por todas partes y no pueden mostrarse por propia voluntad ante las personas si éstas no lo solicitan. Cada ángel acompaña a un individuo por varias vidas hasta que el individuo se haga uno con Dios (iluminación). Podemos recurrir a ellos cuando lo necesitemos, ellos nos aman incondicionalmente. Se manifiestan en nuestros sueños, meditaciones, en una oración, coincidencias, oportunidades no buscadas, ayudas repentinas, etc. Tenemos al Ángel de la Ascensión, quien nos ayuda a elevarnos espiritualmente, Ángel del Amor Femenino (inspira el verdadero amor de una mujer), Ángel Solar –nos ayuda a tener éxito en la vida, sentimientos altruistas y paz- o el Ángel de Trono, da control espiritual, inteligencia y equilibrio.

Desde que naces hay un ángel a tu lado, un ángel que sabe tus sueños, que te sostiene cuando caes, que toma tu mano en todos y cada uno de nuestros días. No estás solo, hay un ángel para ti y es un regalo, es el amor de un amigo en quien siempre puedes confiar.